El Centro de Traducción desarrolla su labor con arreglo a contratos marco basados en un sistema de clasificación dinámica. En algunos casos que no cubren los procedimientos abiertos, utiliza asimismo procedimientos negociados.

El Centro lleva a cabo controles de calidad de todos los trabajos suministrados por sus contratistas. Cada uno de los encargos se somete a la valoración de los revisores internos del Centro, que utilizan la ficha de evaluación estándar. Cuando se determina que la calidad de un trabajo externalizado se sitúa en un nivel excepcionalmente elevado (+1), o inaceptablemente escaso (-1), el trabajo en cuestión se remite al Comité de Evaluación del Centro, compuesto por miembros independientes de diferentes departamentos. Si el Comité confirma la evaluación inicial, se añade un cierto número de puntos (definido en el contrato marco), o se deducen estos de los adjudicados inicialmente al contratista, que podrá subir o bajar en la clasificación en consecuencia. Cuando se estime que la calidad de un trabajo externalizado es aceptable (0), es decir, que el trabajo entregado es de un nivel que cabe esperar razonablemente de un lingüista profesional, la clasificación del contratista se mantiene inalterada. De esta manera se garantiza que el sistema de clasificación de los contratistas refleje la calidad real del servicio ofrecido durante todo el período de vigencia del contrato. Los trabajos externalizados realizados conforme a procedimientos negociados también se someten a controles de calidad con arreglo al mismo mecanismo, pero se excluyen de este sistema de clasificación dinámica que se aplica únicamente a los contratos marco que el Centro ha suscrito con sus contratistas. Dicho sistema constituye uno de los puntos fuertes del modelo de aseguramiento de la calidad del Centro. Potencia enormemente su capacidad de reacción y le ayuda a garantizar el mantenimiento de una calidad elevada en el tiempo.